Terapia Trastornos

Drogas psicodélicas para tratar la depresión

Escrito por Franco Rodriguez

La depresión es un desafío de manejar y controlar, especialmente porque muchos antidepresivos pueden tardar semanas en funcionar y simplemente fallan en casi un tercio de los enfermos.

Una nueva investigación presentada en abril en la conferencia Psychedelic Science 2017 en Oakland, California, sugiere que las drogas psicodélicas pueden ayudar a las personas que luchan contra la depresión y otros trastornos psiquiátricos que desafían las terapias convencionales.

Un alza del humor

Dráulio Barros de Araújo, neurocientífico de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte, Brasil, presentó nuevos hallazgos de un estudio que utilizó la ayahuasca, un brebaje alucinógeno de corteza y hojas que los grupos indígenas del Amazonas usan en las ceremonias de sanación, para ayudar a tratar la depresión.

En un estudio piloto del 2015, Araújo y su equipo demostraron que una dosis de ayahuasca (entre 130 y 200 gramos) rápidamente aliviaron la depresión en seis voluntarios brasileños sin efectos secundarios graves. Animado por estos resultados, repitió el estudio en 2016 con 17 voluntarios. Una vez más, los participantes toleraron la planta psicodélica y el alivio experimentado duró a lo largo del ensayo de 21 días.

Pero Araújo dice: “El principal problema con estos estudios es que no controlamos el placebo”. En los ensayos con fármacos, un placebo es una sustancia falsa sin ingredientes activos. Los investigadores lo usan para comparar los efectos de la droga que están probando con la expectativa de una persona de que tomar una píldora. El control de este efecto placebo es especialmente importante en los ensayos de depresión, ya que los estudios muestran que hasta el 40 por ciento de los pacientes responden a un placebo, aunque este efecto es de corta duración.

Ayahuasca

Así que diseñó un estudio controlado con placebo para 35 voluntarios que habían probado al menos dos diferentes antidepresivos convencionales sin resultado. Ellos fueron asignados al azar para recibir una dosis única de ayahuasca o placebo, un inerte brebaje amargo que parecía y sabía a ayahuasca. Ni los investigadores ni los pacientes sabían quién tenía qué.

Las personas de ambos grupos empezaron a sentirse mejor al día siguiente. Pero una semana más tarde, la diferencia entre los dos grupos se hizo evidente: los que tomaron ayahuasca experimentaron una caída sustancial en la gravedad de su depresión.

La magia de los hongos

Otro estudio presentado en la conferencia, liderado por Leor Roseman, estudiante de doctorado en neurociencia en el Imperial College de Londres, reportó resultados similares usando psilocybin, el compuesto alucinógeno en hongos “mágicos”.

En el estudio de Roseman, que aún no se publicó, 20 voluntarios con depresión resistente al tratamiento recibieron dos dosis separadas una semana de diferencia. La primera dosis fue un inicio para prepararlos para el evento principal – una segunda dosis lo suficientemente grande como para producir una fuerte experiencia psicodélica.

Durante sus viajes clínicamente inducidos, los participantes escucharon música con los ojos cubiertos para facilitar la introspección, mientras que dos terapeutas registraron la experiencia del participante. De las 19 personas que completaron el estudio, la mayoría mostraron mejoras dramáticas hasta una semana después de las sesiones. Sus ganancias persistieron durante unas cinco semanas, momento en el cual algunas personas continuaron mejorando mientras que algunas empeoraron.

Acerca de

Franco Rodriguez

Casi Graduado de Psicología. Seguidor de los últimos tratamientos e investigación para trastornos y desordenes.