Inteligencia

Cómo desarrollar la autoconciencia

Escrito por Dia García

Podríamos suponer rápidamente que somos autoconscientes, pero la autoconciencia no es una habilidad que se tiene o no se tiene (activar / desactivar), más bien cada uno ocupa un rango en la escala de conciencia.

Solo con la práctica podemos involucrarnos con estados de conciencia elevados para elegir e interpretar nuestros pensamientos, emociones y conversación. En este post te enseñaremos qué es y cómo desarrollar autoconciencia.

Qué es la autoconciencia

Se refiere al hábito de prestar atención a la forma de pensar, sentir y actuar. La palabra “conciencia” se trata de notar las cosas que pasan en el mundo, la palabra autoconciencia por su parte se trata de enfocar la conciencia hacia uno mismo.

Es la capacidad de notar nuestros sentimientos, reacciones, sensaciones físicas, comportamientos y más.

Cuando tienes cierto grado de autoconciencia, eres consciente de todos esos aspectos diferentes de ti mismo como si fueras otra persona observándote. La autoconciencia se relaciona mucho con la intuición, pero también se trata de ser honesto con uno mismo.

Consiste en enfocarse en la realidad de nuestro comportamiento y no en la historia que nos contamos acerca de nosotros mismos.

En síntesis, con autoconciencia en primer lugar buscamos los patrones de tendencia a pensar y percibir lo que sucede, cómo nos explicamos las cosas y damos sentido al mundo que nos rodea. Logramos entender nuestras propias emociones y estados de ánimo y prestamos mucha atención, como si fuéramos espectadores, a nuestra manera de actuar y comportarnos en ciertas situaciones.

Por qué es importante la autoconciencia

Si desarrollas autoconciencia puedes hacer cambios significativos en los pensamientos e interpretaciones que hace tu mente. Cambiar las interpretaciones en tu mente te permite cambiar tus emociones.

La autoconciencia es uno de los atributos de la Inteligencia Emocional y un factor importante para lograr el éxito. Algunos estudios señalan que los CEO exitosos tienen un alto nivel de autoconciencia.

La autoconciencia es el primer paso para dominar y dirigir tu vida. Te puede ayudar a enfocarte para direccionar tu vida, pues ves a dónde te llevan tus pensamientos y emociones. Mientras no seas consciente de tus pensamientos, emociones, palabras y comportamiento, tendrás dificultades para hacer cambios en la dirección de tu vida.

También mejora las relaciones, pues cuando tenemos claros todos los aspectos de nuestra personalidad, podemos también comprender al otro. Por otro lado, cuando no hay un buen grado de autoconsciencia puede haber muchos malentendidos porque malinterpretamos las acciones y situaciones, y esto termina por deteriorar las relaciones.

Tu estado de ánimo mejora, pues nuestro estado de ánimo y cómo tendemos a sentirnos cada hora depende en gran medida de cómo elijamos pensar y comportarnos. Así que cuando mejoramos nuestra conciencia de la relación entre pensamientos, comportamiento y emoción, es mucho más fácil regular nuestros sentimientos y estados de ánimo.

Asimismo, con la conciencia de uno mismo se puede incrementar la productividad, debido a que la causa más común de improductividad es la falta de compromiso o esfuerzo. Cuando luchamos por llegar al trabajo, generalmente es porque en algún nivel nuestros propios pensamientos, emociones o hábitos se interponen. Con autoconciencia quedan al descubierto todos estos obstáculos ocultos y podemos tratar con ellos.

Cómo desarrollar autoconciencia

Como ya decíamos al principio, la autoconciencia no es algo que se tiene o no se tiene, es más bien un amplio espectro y todos estamos en algún nivel. Solo debemos desarrollar y aumentar nuestro grado de conciencia propia. Aquí presentamos tres pasos fundamentales para comenzar a desarrollar la autoconciencia.

  1. Sé más consciente de tus emociones

Se nos ha enseñado que debemos excluir nuestros sentimientos de la toma de decisiones y confiar únicamente en nuestra parte racional. Pero cuando confiamos únicamente en nuestros pensamientos racionales, a menudo terminamos tomando decisiones que solo complacen los ideales de otras personas.

Nuestros sentimientos son el defensor interno de nuestros propios ideales, por eso, para tomar decisiones efectivas debemos escuchar a nuestras emociones tanto como a nuestro pensamiento racional.

Quizá mucha de la ansiedad que experimentas se debe a que has silenciado tus emociones. Así que siempre pregúntate ¿de dónde viene este sentimiento? Y acostúmbrate a examinarte.

  1. Rastrea tus sentimientos

Un buen hábito es mantener un diario donde escribas tus emociones negativas y positivas.

Así podrás notar patrones y tendencias por al menos 30 días y podrás identificar y definir mejor tus propósitos, valores, motivaciones y cualquier cosa que te aleje de lo que siempre has querido hacer.

  1. Expande la práctica de la autoconciencia más allá de tus sentimientos

Expande la autoconciencia a todas las áreas de tu vida, para diseñar tu estilo de vida ideal. Si ya tienes experiencia rastreando tus sentimientos, ahora haz seguimiento a tu energía.

Identifica tu “período de máximo rendimiento” cada día, es decir, el momento del día en donde tienes más energía, concentración y capacidad de crear. El seguimiento de tu energía también proporcionará información sobre lo que te motiva y lo que te agota.

Consejos

Aquí hay 10 técnicas y estrategias para ser más consciente de uno mismo.

Presta atención a lo que te molesta de otras personas

A veces lo que no nos gusta de otras personas es un reflejo de lo que no nos gusta de nosotros mismos. Todos tenemos aspectos de nosotros mismos de los que no estamos orgullosos, como el ser inconstantes, perezosos o siempre presentar excusas.

Cuando no sabemos cómo lidiar con estos defectos optamos por no pensar en ellos. Y aunque la ignorancia puede sentirse como una dicha, en realidad no lo es, sobre todo a largo plazo.

Entonces, cada vez que la personalidad de alguien te irrita, pregúntate si acaso no manifiesta algo que odias de ti mismo.

Medita en tu mente

La meditación consciente es una práctica que consiste en mantener la atención enfocada en tu respiración o alguna otra sensación física. Y si notas que tu mente vaga por otros pensamientos, regresa suavemente tu atención a tu punto de enfoque. Se ha demostrado que este tipo de meditación es beneficiosa en muchos aspectos, desde aliviar la depresión hasta pérdida de peso.

Puede ser una forma muy poderosa de aumentar tu nivel de autoconciencia, pues podemos aprender cómo funcionan nuestros pensamientos. Cuando practicas mirar y observar nuestros pensamientos sin apegarte a ellos o pensar en ellos, comienzas a darte cuenta de una idea poderosa: no eres tus pensamientos.

A menudo nos falta autoconciencia porque pensamos demasiado. Nos perdemos fácilmente en nuestros pensamientos, suponiendo que sean verdaderos o con los que valga la pena participar simplemente porque nuestra mente decidió arrojarlos a nosotros.

Con esta práctica abrirás los ojos y comprenderás cómo funciona la mente pensante y cuánto verdaderamente de ti hay en tus pensamientos.

Lee ficción de alta calidad

Los buenos escritores son al mismo tiempo grandes observadores del mundo que les rodea. Ellos pueden describir con detalles sutiles las características de la vida y recrear espacios, emociones, situaciones, etc. Con los buenos escritores aprendes cómo notar estos pequeños detalles.

En la buena ficción se presta el espacio para describir cada personaje con profundidad y precisión. Si aprendemos esto, podremos no solo describirnos a nosotros mismos, sino a quienes nos rodean luego de leer algunos libros de forma muy natural. Esto nos hará ser más empáticos o críticos según sea el caso.

Identifica tu kriptonita emocional

Por lo general tratamos de evadir las emociones negativas porque evidentemente no nos gustan. Hemos llegado al extremo incluso de distraer o adormecer sentimientos de tristeza, aunque a la larga aumenten otras emociones negativas como ansiedad, vergüenza y culpa.

Por el miedo a una emoción estamos dispuestos a hacer casi cualquier cosa para evitarla y esto puede tener consecuencias bastante negativas a largo plazo (abuso de sustancias, por ejemplo). Pero un ejercicio muy saludable es no ignorar ni ocultar la emoción, sino escuchar lo que tiene para decir, es parte de la inteligencia emocional.

Aprender a tolerar la incomodidad de nuestra kriptonita emocional puede revelar una gran cantidad de información sobre nosotros mismos y nuestro mundo si estamos dispuestos a escuchar.

Dibuja una línea de tiempo de tu vida

Toma 20 minutos para dibujar una línea de tiempo de tu vida, donde marques los eventos más importantes que te han pasado desde tu nacimiento hasta el presente. Estos eventos impactantes pueden ser grandes, pequeños, positivos o negativos.

A menudo, este pequeño ejercicio ayuda a las personas a verse a sí mismas en contexto, y el contexto es clave para desarrollar la autoconciencia.

Pide opiniones (y tómalas bien)

Es probable que muy pocas veces pidas opiniones sobre ti. Lo cual es una pena porque los buenos comentarios son una de las formas más rápidas y efectivas de crecer y mejorarnos.

Necesitamos escuchar cómo somos desde otra perspectiva para identificar nuestros puntos ciegos que son un verdadero problema. Sin embargo, existen algunos aspectos a considerar antes de ir a pedir la opinión de cualquier persona.

  • Elige una persona con la que tengas una relación sólida en tu vida (padre, madre, hermano, conyugue).
  • Inicialmente pregunta sobre algo que no sea demasiado grande o amenazante. Se trata de construir la confianza de la otra persona de que puedes tomar las críticas bien. Las personas te comentarán los problemas grandes de tu personalidad en la medida que demuestres que puedes lidiar con las críticas.
  • Toma bien las críticas y evita ponerte a la defensiva a toda costa.

Haz algunos micro viajes

Salir de la rutina te puede ayudar a ser más consciente de ti mismo. Viajar regularmente puede ser agotador y nos puede distraer mucho, pero los micro viajes nos ayudan a pensar con más claridad y a apreciar pequeñas cosas de la vida.

Se trata de viajar a escala local, incluso se trata de conocer lugares de la ciudad donde vives que no sueles frecuentar. Con esto, no solo damos un impulso a nuestra autoconciencia, sino que además solo usamos una fracción de tiempo y dinero.

Aprende una nueva habilidad

Las situaciones novedosas nos obligan a ser más autoconscientes. Como adultos, es fácil terminar haciendo las mismas cosas una y otra vez. Y aunque esto conduce a un cierto tipo de consuelo, también fomenta una estrechez mental y de pensamiento: cuando las únicas cosas que hacemos son cosas en las que ya somos buenos, es fácil dejarse llevar por una falsa sensación de seguridad que nos convence de que sabemos cómo funciona todo.

El antídoto para esto es practicar lo que se conoce como la mente del principiante. Mantente intentando cosas nuevas, conviértete en un aprendiz permanente y de esa manera tendrás una mayor flexibilidad mental y autoconciencia.

Identifica las distorsiones cognitivas

Las distorsiones cognitivas son pensamientos y creencias inexactos que deforman todo lo que vemos, incluidos nosotros mismos.

Una fuente importante de falta de autoconciencia son los hábitos mentales y el diálogo interno imprecisos. Si podemos aprender a identificar estos patrones de pensamiento inexacto, podemos ser más conscientes y sobre todo mejores personas.

Tómate tiempo para aclarar tus valores o aspiraciones

Siempre estás ocupado y tienes poco tiempo para reflexionar sobre las cosas importantes. Por eso no debería sorprenderte que tengas dificultades para alcanzar tus objetivos y encontrar satisfacción cuando no pasas tiempo contemplando cómo sería eso para ti.

Por otro lado, al no tomar tiempo para reflexionar sobre tus valores y aspiraciones, corres un gran riesgo de perseguir objetivos artificiales que te enseñaron que eran importantes.

Siempre que podamos debemos preguntarnos ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué estamos llamados a hacer? ¿Qué hace que la vida sea satisfactoria y que al mismo tiempo nos haga sentir orgullosos? Son preguntas intimidantes, pero si dedicas un pequeño espacio a pensarlo, tal vez tomes mejores decisiones en adelante.

Acerca de

Dia García

Licenciada en Letras mención Historia del Arte, escritora creativa e investigadora con buena experiencia en escritura web.