Inteligencia

La psicología de las redes sociales: Por qué publicamos y compartimos tanto

Escrito por Dia García

Actualmente, existen 2 mil millones de usuarios de redes sociales en el mundo. Al día se registran 500 millones de tweets enviados, 70 millones de imágenes subidas a Instagram y se suben 300 horas de video por minuto en YouTube. ¿Qué nos hace tan adictos a las redes sociales? Y en la línea de fondo, ¿por qué publicamos y compartimos tanto? Intentaremos encontrar algunas respuestas a continuación.

Biología detrás de las redes sociales

La adicción a las redes sociales es real, no ficticia, se debe a la química de nuestros cerebros, específicamente a la activación de dos químicos: dopamina y oxitocina.

La dopamina es la sustancia que activa el deseo en nosotros, es decir, nos hace buscar y desear. La dopamina es estimulada por la imprevisibilidad, por pequeños fragmentos de información y por señales de recompensa. Y todo esto resume la dinámica de las redes sociales. Los investigadores han demostrado en estudios que twittear es más difícil de resistir para las personas que los cigarrillos y el alcohol, todo esto gracias al poder de la dopamina.

Por otro lado está la oxitocina, una sustancia que se libera cuando besamos o abrazamos. Curiosamente, las redes sociales también liberan oxitocina, según la investigación, 10 minutos en redes sociales es suficiente para aumentar los niveles de oxitocina hasta un 13 %, un pico hormonal equivalente al de algunas personas el día de su boda.

La oxitocina está ligada a la buena voluntad. Como resultado, las personas que usan redes sociales han demostrado ser más confiadas que cualquier otro usuario de internet. Por ejemplo, el usuario típico de Facebook tiene un 43% más de probabilidades que otros usuarios de Internet de sentir que se puede confiar en la mayoría de las personas.

Así, entre la oxitocina y la dopamina, nuestro cerebro nos hace sentir sensaciones geniales cuando estamos viviendo la experiencia en redes sociales, y paralelamente es muy difícil querer dejar de estar allí.

Por qué publicamos, compartimos y damos me gusta

Algunas de las principales acciones que realizamos en redes sociales tienen su raíz en nuestras respuestas biológicas y emocionales. Veamos cada una en detalle:

Publicaciones

A los seres humanos nos encanta hablar de nosotros mismos, de hecho, destinamos el 30 o 40 % del habla a hablar de nosotros mismos. Pero gracias a las redes sociales esa cifra salta a 80 % cuando publicamos.

La razón por la cual las personas les fascina hablar de sí mismas en publicaciones es porque hablar cara a cara es complicado, no se puede editar lo que dices y tienes que leer los gestos faciales de otros; pero cuando estás en línea, puedes construir mejor tu pensamiento y autopresentarte, es decir mostrarte de la manera que deseas que te vean.

La autopresentación es tan fuerte que un estudio demostró que la autoestima de las personas aumentaba cuando veían su propio perfil en Facebook. Los especialistas en marketing por su parte han encontrado que la forma más destacada en la que tendemos a trabajar en la autopresentación es a través de las cosas: lo que compramos y adquirimos dice quiénes somos.

Un experimento mostró a las personas dos fotografías, en una estaba su pareja o amigo más cercano, en otra el logotipo de la marca que amaban. En conclusión, las personas se sintieron más emocionadas al ver la fotografía de la marca. Acogemos las marcas como una extensión de lo que somos. Así es como las marcas se han valido de las redes sociales para sostener relaciones más duraderas con nosotros.

Compartir

Las acciones de compartir activan los centros de recompensa de nuestro cerebro, incluso antes de que hayamos hecho nada. Además, nuevamente tiene que ver con la autopresentación, el 68% de las personas dicen que comparten para darles a los demás una mejor idea de quiénes son y qué les importa.

Pero también se trata de las otras personas, 78 % de los usuarios dicen que comparten publicaciones de otros para mantenerse conectados con estas personas.

“Me gusta”

El botón de “me gusta” se ha usado 1,13 billones de veces desde su invención y el número claramente sigue creciendo. Cada me gusta agrega valor a una relación, refuerza la cercanía y crea un efecto de reciprocidad.

Es decir, nos sentimos obligados a retribuir a las personas que nos han dado, aunque sea en pequeña medida para nivelar la balanza.

Comentarios

De acuerdo con el fenómeno de realidad compartida, toda nuestra experiencia de algo se ve afectada por si la compartimos con los demás y cómo la compartimos.

Debido a esto, se ha demostrado que el 85 % de las personas que leen comentarios de otras personas sobre un tema comprenden y procesan mejor la información y los eventos. La ciencia demuestra que los comentarios, incluso más que la información de la publicación, tienen el poder de hacernos cambiar de opinión.

Por qué son tan adictivas las redes sociales

Para empezar, las redes sociales son una extensión de nosotros mismos. Por un lado nos impulsa el instinto social, pero por otro, se esconde la necesidad aún más poderosa de dar sentido y significados a nuestro mundo. Resumimos algunos motivos poderosos de adicción a las redes sociales:

  • Obtenemos validación social a través de cada “me gusta” en Facebook o cada “Favorito” en Twitter, son señales que nos hacen sentir bien.
  • Fear Of Missing Out (FOMO) o el miedo a perderse de algo es un gran impulsor del uso de las redes sociales, especialmente para los menores de treinta años. 77 % de los usuarios admiten que experimentan este miedo a perderse de algo mientras no están en las redes sociales.
  • La autopresentación de la que hemos hablado infla nuestro ego. En redes sociales podemos hablar el 80 % del tiempo de nosotros, en la vida real a lo sumo podemos hablar un 40 % de nosotros.
  • Las conexiones sociales reafirmadas y las comparaciones sociales pueden aumentar tu autoestima.
  • Las redes sociales son tanto física como psicológicamente adictivas. Un estudio de la Universidad de Harvard mostró que la misma área del cerebro que se enciende cuando se consume cocaína u otra sustancia adictiva, se enciende con la autopresentación en línea. Es sencillamente muy excitante para nosotros los humanos.

En síntesis, las redes sociales son una extensión de nuestro instinto psicológico más profundo, el ser social. No es un problema de algunas personas el ser adictas a estos entornos, es que como seres humanos estamos exactamente diseñados para que nos encanten.

Acerca de

Dia García

Licenciada en Letras mención Historia del Arte, escritora creativa e investigadora con buena experiencia en escritura web.