Inteligencia

La relación entre temperamento y personalidad

Escrito por Dia García

La personalidad, el temperamento y el carácter son tres conceptos diferentes y bien definidos en psicología. Pero su similitud confunde a menudo a las personas.

Para que puedas usar los términos de manera correcta, intentaremos a continuación dar definición para así ver la diferencia. Pero antes de comenzar debes saber que el temperamento es parte fundamental de la personalidad. Conozcamos a continuación la diferencia y la relación entre temperamento y personalidad.

Diferencias entre personalidad y temperamento

Temperamento

El temperamento es la parte natural de tu personalidad que viene inscrita en tus genes. Los psicólogos lo definen como una parte biológica e instintiva de la personalidad que siempre aparece primero. Los bebés ya presentan su temperamento.Por ejemplo, algunos bebés tienen más probabilidades de mostrar y sentir emociones positivas o negativas, es decir, algunos sonríen más y otros son más malhumorados.

Debido a que es genético, el temperamento es difícil de modificar, manipular o cambiar. De una forma u otra, esa tendencia siempre estará ahí. Pero eso no significa que no puedas hacer un esfuerzo por evitar ciertas actitudes. Si fueras un iceberg, el temperamento sería parte de lo que está sumergido en el agua, lo que significa que todavía tienes control sobre lo que sale hacia el exterior y lo que no.

Personalidad

Para entender qué es la personalidad, primero debemos definir el carácter. El carácter es el aspecto de la personalidad que incluye el temperamento (rasgos heredados) y los hábitos sociales y educativos que has aprendido. Es decir, es la suma de un componente esencial de la personalidad, el temperamento, y lo que aprendemos desde que somos pequeños.

Entonces, la personalidad viene a ser la suma del carácter (temperamento y hábitos aprendidos) y comportamiento. Es decir, incorpora todo en sí misma, por eso es tan difícil diferenciar la personalidad del temperamento y el carácter.

Pero la personalidad no debe verse como un producto de herencia genética, como es el caso del temperamento, pues también es el resultado de las influencias ambientales que giran alrededor de una persona. La personalidad es algo que distingue a los individuos, lo que significa que es característica de cada persona. Y los estudios afirman que es estable en el tiempo y en diferentes situaciones.

Según la psicología, la personalidad es el grupo de emociones, percepciones y acciones que forman los patrones de comportamiento de una persona. Es la forma en que te sientes, piensas o actúas; para formar la personalidad entran en juego muchos procesos dinámicos. Actualmente las dos definiciones más aceptadas de personalidad en psicología son:

  • “La personalidad es la suma total de los patrones de comportamiento de un organismo (actuales o potenciales) determinados por la genética y el medio ambiente”. Hans Eysenck (1947).
  • “La personalidad son los patrones de comportamiento típicos (incluidas las emociones y los pensamientos) que caracterizan la adaptación de una persona a los acontecimientos de la vida”. Walter Mischel (1976).

Pero no hay una definición concreta que ofrezca una visión clara de la personalidad, sino que hay muchas teorías que coinciden en algunos puntos. Sin embargo, es bien aceptado que el temperamento solo es una parte (aunque bastante influyente) de la personalidad.

Cómo el temperamento influencia la personalidad

Los investigadores han investigado las conexiones entre los aspectos biológicos del comportamiento que se observan en el temperamento, frente a la estructura y el desarrollo de la personalidad. Actualmente, una de las teorías de personalidad más populares es la teoría de los Cinco Grandes de Paul Costa y Robert McCrae. En esta teoría los autores establecen que la personalidad se compone de cinco dimensiones universales:

  • Apertura a la experiencia (inventivo / curioso vs. consistente / cauteloso).
  • Responsabilidad (eficiente / organizado / Consciente vs. fácil / descuidado).
  • Extraversión (pro-interacción / enérgico vs. solitario / reservado).
  • Agradable (amigable / compasivo vs. desafiante / desapegado).
  • Neuroticismo (sensible / nervioso versus seguro / confianza).

Los investigadores del temperamento han estado buscando vínculos entre los factores identificados con el temperamento y los “cinco grandes”, como se les llama popularmente a estas cinco dimensiones. Así, se han encontrado correlaciones entre los cuestionarios de Rothbart y las características de la personalidad.

La investigación de Rothbart ha demostrado vínculos significativos con cuatro de los rasgos de personalidad en función de las dimensiones de temperamento: apertura a la experiencia, responsabilidad, extraversión y neuroticismo. Solamente el rasgo de la personalidad agradable no pudo correlacionarse significativamente con una de las escalas de temperamento.

Por supuesto, muchos otros estudios se han dedicado a analizar cómo el temperamento afecta el desarrollo de la personalidad en la infancia. En ese sentido, psicólogos y psiquiatras no solo descomponen la personalidad a través del análisis de los cinco grandes, sino que crean más categorizaciones, como la siguiente.

  • Nivel de actividad: ¿Prefieres disparar aros o recostarte en una hamaca?
  • Distractibilidad: ¿Qué tan bueno eres para concentrarse? ¿Estás más interesado en salir?
  • Intensidad: ¿Sueles ser bastante medido o tienes una reacción descomunal a las noticias negativas o positivas?
  • Regularidad: ¿Tu rutina es estable o varía todos los días?
  • Sensibilidad: ¿Cuánto reaccionas a los estímulos externos, como las luces brillantes o la ropa con picazón?
  • Accesibilidad: ¿Te encanta viajar y conocer gente nueva, o eres un poco hogareño?
  • Adaptabilidad: ¿Qué tan bien manejas el cambio?
  • Persistencia: ¿Cuánto tiempo seguirás intentando cuando las cosas se ponen difíciles?
  • Humor: ¿Eres generalmente alegre o un poco más serio?

En estas categorías se puede ver que el temperamento es más que un estado de ánimo, hay personas que pueden estar predispuestas a la depresión, por ejemplo. Es fácil ver cómo ciertos rasgos de personalidad, o temperamentos, pueden conducir al trastorno depresivo, especialmente si comienzas a ir en espiral.

De hecho, los psiquiatras coinciden en que el temperamento puede medir tu predilección por los trastornos mentales. Pues los estudios demuestran que los rasgos innatos contribuyen directamente al desarrollo de enfermedades psiquiátricas. Así, por ejemplo, un estudio encontró que el “afecto negativo”, o una visión sombría de uno mismo y del mundo, pueden predisponernos a una amplia variedad de trastornos mentales.

Acerca de

Dia García

Licenciada en Letras mención Historia del Arte, escritora creativa e investigadora con buena experiencia en escritura web.