Inteligencia

La teoría de atribución explicada

Escrito por Dia García

En psicología social, la atribución es el proceso de inferir las causas de eventos o comportamientos.

En la vida real, la atribución es algo que todos hacemos todos los días, generalmente sin conciencia de los procesos subyacentes y los sesgos que conducen a nuestras inferencias. Por ejemplo, en el transcurso de un día típico, probablemente realizas numerosas atribuciones sobre tu propio comportamiento y el de las personas que te rodean.

Cuando obtienes una mala calificación en un cuestionario, puedes culpar al maestro por no explicar adecuadamente el material, descartando por completo el hecho de que no estudiaste. Cuando un compañero de clase obtiene una excelente calificación en el mismo cuestionario, puedes atribuir su buen desempeño a la suerte, sin tener en cuenta el hecho de que tiene excelentes hábitos de estudio.

¿Qué impacto tienen realmente las atribuciones por comportamiento en tu vida? Las atribuciones que haces todos los días tienen una influencia importante en tus sentimientos, así como en cómo piensas y te relacionas con otras personas.

Tipos de atribuciones

¿Por qué hacemos atribuciones internas para algunas cosas mientras hacemos atribuciones externas para otras? Parte de esto tiene que ver con el tipo de atribución que probablemente usemos en una situación particular.

Los sesgos cognitivos a menudo también juegan un papel importante.

Los principales tipos de atribuciones que puedes utilizar en la vida diaria incluyen:

Atribución interpersonal

Al contar una historia a un grupo de amigos o conocidos, es probable que la cuentes de una manera que te coloque en la mejor luz posible.

Atribución predictiva

También tendemos a atribuir cosas de manera que nos permitan hacer predicciones futuras. Si tu automóvil fue objeto de vandalismo, puedes atribuir el delito al hecho de que te estacionaste en un estacionamiento en particular.

Como resultado, evitarás ese estacionamiento en el futuro para evitar más actos de vandalismo.

Atribución explicativa

Usamos atribuciones explicativas para ayudarnos a dar sentido al mundo que nos rodea. Algunas personas tienen un estilo explicativo optimista, mientras que otras tienden a ser más pesimistas.

Las personas con un estilo optimista atribuyen los eventos positivos a causas estables, internas y globales y los eventos negativos a causas inestables, externas y específicas.

Aquellos con un estilo pesimista atribuyen los eventos negativos a causas internas, estables y globales y los eventos positivos a causas externas, estables y específicas.

Teorías

Los psicólogos también han introducido una serie de teorías diferentes para ayudar a comprender mejor cómo funciona el proceso de atribución.

Teoría de la inferencia correspondiente

En 1965, Edward Jones y Keith Davis sugirieron que las personas hacen inferencias sobre los demás en los casos en que las acciones son intencionales en lugar de accidentales.

Cuando las personas ven a otros actuando de cierta manera, buscan una correspondencia entre los motivos de la persona y sus comportamientos. Las inferencias que luego hacen las personas se basan en el grado de elección, lo esperado del comportamiento y los efectos de ese comportamiento.

Teoría del “sentido común” de Heider

En su libro de 1958, “La psicología de las relaciones interpersonales”, Fritz Heider sugirió que las personas observen a los demás, analicen su comportamiento y propongan sus propias explicaciones de sentido común para tales acciones.

Heider agrupa estas explicaciones en atribuciones externas o atribuciones internas. Las atribuciones externas son aquellas que se atribuyen a las fuerzas situacionales, mientras que las atribuciones internas se atribuyen a las características y rasgos individuales.

Sesgos y errores

Los siguientes sesgos y errores también pueden influir en la atribución.

El sesgo actor-observador

Curiosamente, cuando se trata de explicar nuestro propio comportamiento, tendemos a tener el sesgo opuesto al error fundamental de atribución.

Cuando sucede algo, es más probable que culpemos a las fuerzas externas que a nuestras características personales. En psicología, esta tendencia se conoce como sesgo actor-observador.

¿Cómo explicar esta tendencia? Una posible razón es que simplemente tenemos más información sobre nuestra propia situación que sobre la de otras personas. Cuando se trata de explicar tus propias acciones, tienes más información sobre ti y las variables situacionales en juego. Cuando intentas explicar el comportamiento de otra persona, estás en desventaja; solo tiene la información que es fácilmente observable.

No es sorprendente que las personas tengan menos probabilidades de ser víctimas de la discrepancia actor-observador con personas que conocen muy bien.

Debido a que sabe más sobre la personalidad y el comportamiento de las personas cercanas, está más capacitado para adoptar su punto de vista y es más probable que esté al tanto de las posibles causas situacionales de sus comportamientos.

Sesgo actor-observador en psicología social – El error fundamental de atribución

Cuando se trata de otras personas, tendemos a atribuir causas a factores internos como las características de la personalidad e ignoramos o minimizamos las variables externas. Este fenómeno tiende a estar muy extendido, particularmente entre culturas individualistas.

Los psicólogos se refieren a esta tendencia como el error fundamental de atribución; aunque es muy probable que existan variables situacionales, automáticamente atribuimos la causa a características internas.

El error fundamental de atribución explica por qué las personas a menudo culpan a otras personas por cosas sobre las que generalmente no tienen control. Los psicólogos sociales suelen utilizar el término culpar a la víctima para describir un fenómeno en el que las personas culpan a víctimas inocentes de delitos por su desgracia.

En tales casos, las personas pueden acusar a la víctima de no protegerse del evento al comportarse de cierta manera o no tomar medidas de precaución específicas para evitar o prevenir el evento.

Ejemplos de esto incluyen acusar a víctimas de abuso, sobrevivientes de violencia doméstica y víctimas de secuestro de comportarse de una manera que de alguna manera provocó a sus atacantes.

Los investigadores sugieren que el sesgo retrospectivo hace que las personas crean erróneamente que las víctimas deberían haber podido predecir eventos futuros y, por lo tanto, tomar medidas para evitarlos.

Cómo el sesgo de la retrospectiva afecta la forma en que vemos el pasado – Sesgo de autoservicio

Piense en la última vez que recibió una buena calificación en un examen de psicología. Lo más probable es que atribuyera su éxito a factores internos. “Lo hice bien porque soy inteligente” o “Lo hice bien porque estudié y estaba bien preparado” son dos explicaciones comunes que puede utilizar para justificar su desempeño en la prueba.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando recibes una mala calificación? Los psicólogos sociales han descubierto que en esta situación, es más probable que atribuya su fracaso a fuerzas externas. Por ejemplo, las excusas que se le pueden ocurrir a un estudiante para explicar su bajo desempeño incluyen:

“Fallé porque el maestro incluyó preguntas capciosas”.

“En el aula hacía tanto calor que no podía concentrarme”.

Ten en cuenta que ambas explicaciones culpan a fuerzas externas en lugar de aceptar la responsabilidad personal. Los psicólogos se refieren a este fenómeno como el sesgo egoísta.

Entonces, ¿por qué es más probable que atribuyamos nuestro éxito a nuestras características personales y culpemos a las variables externas de nuestros fracasos? Los investigadores creen que culpar a factores externos por los fracasos y las decepciones ayuda a proteger  la autoestima.

Acerca de

Dia García

Licenciada en Letras mención Historia del Arte, escritora creativa e investigadora con buena experiencia en escritura web.