Inteligencia

Qué refuerzo es más efectivo: Recompensa o Castigo

Escrito por Dia García

La psicología humana es, quizás, uno de los temas de estudio más interesantes. Todos aprendemos de nuestras experiencias que dan forma a nuestro comportamiento.

Estas experiencias son diversas con respecto a diferentes estímulos, que pueden manipularse fácilmente para cambiar el comportamiento humano. En el nivel más básico, es condicionamiento positivo y negativo, a través de la recompensa y el castigo, respectivamente.

La mayoría de las personas piensan que la recompensa significa producir alabanzas o estímulos, y eso es una buena parte de su esencia, pero no del todo, ya que entonces ¿Qué sería el castigo? ¿Regañar constantemente o sufrir amonestaciones o palabras desalentadoras? Ante esto existe una solución mucho más adecuada para actuar que es mediante el refuerzo positivo y el refuerzo negativo. Pero ¿Qué es el refuerzo?

Definiendo Refuerzo

BF Skinner fue un famoso conductista conocido por algunas cosas en el mundo de la psicología, y entre ellas destaca la idea del refuerzo, que describe como un evento que fortalece un comportamiento.

Los dos tipos de refuerzo que identificó fueron, por supuesto, el  refuerzo positivo (un comportamiento que se refuerza con algo como el elogio o la recompensa) y el refuerzo negativo (un comportamiento que se refuerza con la eliminación de resultados desfavorables).

Ambos son parte de algo que él llamó condicionamiento operante, que básicamente se aprende mediante el castigo y la recompensa en donde se hace una asociación entre un comportamiento particular y su consecuencia.

El refuerzo positivo es en realidad algo con lo que todos estamos muy familiarizados. Cuando eras niño, recibías un subsidio semanal por hacer bien tus deberes o si te iba bien en la escuela. Y cuando te va bien en tu trabajo, sueles obtener aumentos, buenas críticas y pequeños beneficios.

Pues bien, reforzar el buen comportamiento de un niño con resultados positivos (elogios o recompensas) sin duda ayudará a ese niño a repetir el comportamiento. Y continuar a tiempo en el trabajo te ayuda a aumentar las posibilidades de recibir un aumento o reconocimientos.

A todo esto se le conoce como un refuerzo positivo o una recompensa.

El refuerzo negativo por otro lado, es un poco más matizado. Implica la eliminación de una condición negativa, o estímulo aversivo, para fortalecer un comportamiento o resultado positivo.

Mientras la recompensa se trata de agregar algo positivo, el refuerzo negativo o castigo, se refiere a restar valor a algo negativo para aumentar la probabilidad de un resultado deseado. Entonces, dependiendo de la situación, un tipo de refuerzo puede lograr mejores resultados que el otro.

¿Es la recompensa mejor que el castigo?

La teoría y la práctica han demostrado que efectivamente la recompensa es mucho mejor que el castigo. Una persona está motivada para aprender un nuevo comportamiento si existe la oportunidad de obtener incentivos.

Dado que, una recompensa es una excelente manera de expresar aprecio o reconocer los esfuerzos de otra persona en una luz positiva. Entonces, sin duda las recompensas son mejores que los castigos. Sin embargo, para que las recompensas sean efectivas, se deben cumplir tres condiciones;

  • El sujeto debe estar interesado en la recompensa.
  • La recompensa se debe dar después de la realización de la acción deseada.
  • El rendimiento debe exceder los estándares normales

El fracaso en el logro de los resultados deseados ocurre debido a la incapacidad de cumplir con los tres requisitos.

Además, se debe tener en cuenta que las recompensas presentadas no solo causan una modificación del comportamiento, sino que también conducen a la creación de valores que establecen la tendencia de recompensas que deben otorgarse en el futuro como parte del refuerzo positivo.

La oportunidad de otorgar una recompensa también se puede utilizar para obtener una ventaja óptima al enseñar valores que dejan una huella permanente en el comportamiento de una persona y, por lo tanto, se pueden observar a largo plazo.

Al hacerlo, puedes asegurarte de que los beneficios de recompensar no se limiten a un corto período de tiempo. Por ejemplo, un empleado trabaja en la empresa por la recompensa de un salario mensual atractivo.

Hasta el momento en que sea valioso para él, este continuará esforzándose por la productividad y el rendimiento óptimo con el fin de lograr las máximas recompensas.

Sin embargo, cuando el salario pierde su atractivo debido a cualquier motivo,  la persona comenzará a aflojarse e incluso podría renunciar a su trabajo.

De manera similar, los estudiantes brillantes a menudo logran buenos resultados por el incentivo de las mejores calificaciones, mientras que los estudiantes promedio o por debajo de la media pueden no sentirse atraídos por el orgullo asociado con una calificación “A”.

En tal escenario, usar recompensas para motivar a los estudiantes a tener un buen desempeño es una buena opción en lugar de condenarlos por no hacerlo.

Diferencias y efectos

La idea de refuerzo positivo y negativo puede atribuirse a las prácticas de condicionamiento operante postuladas por BF Skinner. A través de una serie de experimentos, Skinner pudo demostrar cómo las ratas podían navegar a través de una serie de palancas para encontrar la que les daría alimento cada vez.

También realizó experimentos para demostrar cómo los animales reducirían la frecuencia de un determinado comportamiento si estuvieran asociados con consecuencias negativas.

Ahí es donde radica la diferencia fundamental de ambos enfoques. El refuerzo positivo busca aumentar la frecuencia de una acción positiva, mientras que el refuerzo negativo busca reducir la frecuencia de una reacción negativa.

Todo esto es bastante simple, pero muchas personas confunden el refuerzo negativo con el castigo.

Mientras que el refuerzo negativo busca reducir un comportamiento a través de consecuencias negativas, el castigo es más arbitrario y solo suprime un comportamiento por el momento hasta que una persona sepa que puede salir adelante de nuevo con sus acciones. Es más una forma de retribución moral más que un condicionamiento real.

Por ejemplo, el refuerzo negativo podría tomar la forma de criticar el trabajo deficiente y reforzar esta crítica hasta que se complete correctamente. Si estás escribiendo un informe de gastos, tu jefe puede obligarte a reescribirlo una y otra vez hasta que quede de manera correcta.

Por otro lado, el castigo sería que tu jefe te quitara los días de vacaciones por haber hecho un informe incorrectamente. Entonces, ¿cuál es mejor y en qué situaciones debemos usar el refuerzo y el castigo? La clave está en encontrar una proporción y mantener la consistencia.

Encontrar el equilibrio adecuado entre refuerzo negativo y positivo te ayudará a posicionar a tus empleados para que se desempeñen de la mejor manera. Desde una perspectiva social, esta también es una técnica de comunicación efectiva para organizar una conversación honesta con amigos y seres queridos y mantener una relación saludable.

Ser demasiado negativo o demasiado positivo no es una buena manera de mantener una relación sana y comprender en qué situaciones utilizar comentarios positivos y negativos te ayudarán mucho en tu vida personal y profesional.

Acerca de

Dia García

Licenciada en Letras mención Historia del Arte, escritora creativa e investigadora con buena experiencia en escritura web.