Trastorno afectivo bipolar

El trastorno afectivo bipolar, que se clasifica como trastorno afectivo bipolar o enfermedad maníaco-depresiva, es una enfermedad mental común, grave y persistente. Esta condición es una seria lucha y desafío.

Signos y síntomas

El trastorno afectivo bipolar se caracteriza por períodos de depresión, prolongada y profunda que se alternan con períodos de humor excesivamente elevado o irritable conocido como manía.

Los episodios maníacos presentan al menos una semana de perturbación profunda del estado de ánimo, caracterizada por la alegría, la irritabilidad o la expansividad. Por lo menos 3 de los siguientes síntomas también deben estar presentes:

  • Grandiosidad
  • Disminución de la necesidad de dormir
  • Hablar excesivamente o hablar con presión
  • Pensamientos rápidos
  • Evidencia clara de distractibilidad
  • Aumento del nivel de actividad focalizada en el hogar, en el trabajo o sexualmente
  • Actividades placenteras excesivas, a menudo con consecuencias dolorosas

Los episodios hipomaníacos se caracterizan por un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable de al menos 4 días consecutivos de duración. El diagnóstico de hipomanía requiere al menos tres de los síntomas anteriores. La diferencia es que en la hipomanía estos síntomas no son lo suficientemente graves como para causar deterioro marcado en el funcionamiento social o profesional o para exigir hospitalización y no están asociados con la psicosis.

Los episodios depresivos mayores se caracterizan por el hecho de que, durante las mismas 2 semanas, la persona experimenta 5 o más de los siguientes síntomas, con al menos uno de los síntomas como depresión caracterizada por una pérdida de placer o interés:

  • Estado de ánimo deprimido
  • Disminución marcada del placer o interés en casi todas las actividades
  • Pérdida o aumento importante de peso o pérdida o aumento significativo del apetito
  • Hipersomnia o insomnio
  • Retraso psicomotor o agitación
  • Pérdida de energía o fatiga
  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva
  • Disminución de la capacidad de concentración o marcada indecisión
  • Preocupación por la muerte o el suicidio; el paciente tiene un plan o ha intentado suicidarse

Diagnóstico

El examen de los pacientes con sospechas de trastorno afectivo bipolar incluyen la evaluación mediante el examen del estado mental, así como la evaluación de lo siguiente:

Apariencia
Afecto / estado de ánimo
Contenido de sus pensamientos
Percepción
Suicidio / autodestrucción
Homicidio / violencia / agresión
Juicio / perspicacia
Cognición
Salud física

Pruebas

Aunque el trastorno bipolar se diagnostica con base en la historia del paciente y el curso clínico, los estudios de laboratorio pueden ser necesarios para descartar otras causas potenciales de los signos y síntomas del paciente, así como tener resultados basales antes de administrar ciertos medicamentos.

Las pruebas de laboratorio que pueden ser útiles incluyen lo siguiente:

  • Recuento de CBC
  • Niveles de ESR
  • Niveles de glucosa en ayunas
  • Niveles de electrolitos
  • Niveles de proteínas
  • Niveles de la hormona tiroidea
  • Niveles de creatinina y de nitrógeno ureico en sangre
  • Examen de sustancias y alcohol

Tratamiento

El tratamiento del trastorno afectivo bipolar está directamente relacionado con la fase del episodio (es decir, depresión o manía) y la gravedad de esa fase, y puede implicar una combinación de psicoterapia y medicación. Siempre se debe evaluar a los pacientes con manía, hipomanía o episodio mixto, y aquellos con depresión bipolar, por suicidio, homicidio, psicosis aguda o crónica u otras condiciones inestables o peligrosas.

Farmacoterapia

Los medicamentos utilizados para tratar a los pacientes con trastorno bipolar son los siguientes:

  • Benzodiazepinas – para agitación aguda (por ejemplo, lorazepam, clonazepam)
  • Agentes anti-manía (por ejemplo, litio)
  • Los anticonvulsivos (por ejemplo, carbamazepina, valproato sódico, ácido valproico, divalproex sódico, lamotrigina)
  • Antipsicóticos de primera generación (por ejemplo, loxapina inhalada, haloperidol)
  • Antipsicóticos de segunda generación (por ejemplo, asenapina, ziprasidona, quetiapina, risperidona, aripiprazol, olanzapina, olanzapina y fluoxetina, clozapina, paliperidona)
  • Los antipsicóticos de fenotiazina (por ejemplo, clorpromazina)

La psicoterapia puede ayudar a disminuir las tasas de recaída, mejorar la calidad de vida y / o aumentar el funcionamiento, o la mejoría de los síntomas.

La terapia electroconvulsiva puede ser útil en pacientes seleccionados con trastorno bipolar.