Aboulomanía

La aboulomanía es un trastorno mental donde el paciente sufre de trastorno mental por voluntad debilitada o indecisividad patológica. La Aboulomanía se asocia típicamente con la ansiedad, el estrés, la depresión y la angustia mental. Puede afectar seriamente la capacidad de una persona para funcionar socialmente. En casos extremos, esto puede conducir al suicidio. Aunque la causa exacta de la aboulomania no se conoce, lo más probable es que involucre tanto factores biológicos como de desarrollo.

Algunos investigadores creen que un estilo de crianza autoritario o sobreprotector puede conducir al desarrollo de la aboulomania en las personas que son susceptibles al trastorno. Se piensa comúnmente que la aboulomania es un resultado de la sobreinversión y el comportamiento intrusivo por sus cuidadores primarios. Los cuidadores pueden fomentar la dependencia en el niño para satisfacer sus propias necesidades de dependencia, y pueden recompensar la lealtad extrema, pero rechazan los intentos que el niño hace hacia la independencia. Las familias de aquellos con aboulomania a menudo no expresan sus emociones y son controladores; demuestran papeles relacionales mal definidos dentro de la unidad familiar.

Individuos con aboulomania a menudo han sido socialmente humillado por otros en sus años de desarrollo. Pueden tener dudas significativas sobre sus habilidades para realizar tareas, asumir nuevas responsabilidades y, en general, funcionar independientemente de otras. Esto refuerza sus sospechas de que son incapaces de vivir de manera autónoma. En respuesta a estos sentimientos, ellos retratan una impotencia que provoca el comportamiento de cuidado de algunas personas en sus vidas.

Síntomas

Las personas con este trastorno no confían en su propia capacidad de tomar decisiones. Pueden estar muy molestos por la separación y la pérdida. Pueden llegar a grandes esfuerzos, incluso sufriendo abuso, para permanecer en una relación. Los síntomas de la aboulomania pueden incluir:

  • Evitar estar solo.
  • Evitar la responsabilidad personal.
  • Ser fácilmente dañado por la crítica o la desaprobación.
  • Estar demasiado centrado en los miedos de ser abandonado.
  • Ser muy pasivo en las relaciones.
  • Sentirse muy molesto o indefenso cuando las relaciones terminan.
  • Tener dificultad para tomar decisiones sin el apoyo de otros.
  • Tener problemas para expresar desacuerdos con otros.

Diagnóstico

Si los síntomas están presentes, el médico comenzará una evaluación mediante la realización de una historia clínica completa y examen físico. Aunque no hay pruebas de laboratorio para diagnosticar específicamente la aboulomanía, el médico puede utilizar varias pruebas de diagnóstico para descartar la enfermedad física como la causa de los síntomas. Si el médico no encuentra ninguna razón física para los síntomas, él o ella puede referir a la persona a un psiquiatra o psicólogo, profesionales de la salud que están especialmente capacitados para diagnosticar y tratar enfermedades mentales. Psiquiatras y psicólogos usan herramientas de entrevista y evaluación especialmente diseñadas para evaluar la aboulomanía. La edad y los factores culturales deben ser considerados en el diagnóstico de la aboulomania. Ciertas normas culturales sugieren una postura sumisa, cortés o dependiente al relacionarse con el sexo opuesto, o figuras de autoridad. La Aboulomanía sólo debe ser diagnosticada cuando cumple con los criterios anteriores y está claramente fuera de las normas culturales. El diagnóstico de aboulomanía se basa en una entrevista clínica para evaluar el comportamiento sintomático.

Tratamiento

Como es el caso con muchos trastornos de la personalidad, las personas con aboulomanía generalmente no buscan tratamiento para el trastorno en sí. Por el contrario, podrían buscar tratamiento cuando un problema en sus vidas – a menudo resultante de pensar o comportamiento relacionado con el trastorno – se vuelven abrumadores, y ya no son capaces de hacerles frente. Las personas con aboulomanía son propensas a desarrollar depresión o ansiedad, y los síntomas de estos trastornos pueden inducir al individuo a buscar ayuda. La psicoterapia (un tipo de consejería) es el principal método de tratamiento para la aboulomanía. El objetivo de la terapia es ayudar a la persona con aboulomanía a ser más activa e independiente, y aprender a formar relaciones saludables. Se prefiere la terapia a corto plazo con objetivos específicos porque la terapia a largo plazo puede conducir a la dependencia del terapeuta. Las estrategias específicas pueden incluir entrenamiento de asertividad para ayudar a la persona con aboulomanía a desarrollar confianza en sí mismo. El uso de la medicación se puede utilizar para tratar a las personas con aboulomania que también sufren de depresión o ansiedad. Sin embargo, la terapia de medicación debe ser cuidadosamente monitoreada porque la persona puede llegar a depender o abusar de los medicamentos.