Inteligencia

Comportamiento pasivo-agresivo: signos, causas y cómo manejarlo

Escrito por Dia García

Seguramente te habrás topado con alguien terriblemente sarcástico, que puede burlarse cruelmente de los demás pero de una forma tan sutil que no merece la confrontación.

Su comportamiento igualmente es hiriente, pero juega en líneas tan delgadas que nos cuesta definirlo como agresión. Es lo que se conoce como comportamiento pasivo-agresivo, te ayudamos a identificarlo y a tratarlo.

Qué es el comportamiento pasivo-agresivo

El comportamiento pasivo-agresivo es una acción indirecta de agresión, que sustituye una acción directa de agresión. Esto quiere decir que se expresa sutilmente sentimientos negativos a través de algunas acciones en lugar de llegar a la confrontación y manejar el problema directamente.

Es así como las personas pasivo-agresivas crean una separación entre lo que dicen y lo que hacen. Cuando se les hace alguna demanda o solicitud, procrastinan, expresan mal humor o actúan obstinadamente.

Sin embargo, la respuesta más común de los pasivo-agresivos es el tratamiento silencioso. Veamos más a fondo estas conductas.

Signos

Algunos signos comunes de comportamiento pasivo-agresivo incluyen:

  • Amargura y hostilidad hacia las solicitudes de otras personas.
  • Cerrarte cuando no estás contento con otra persona.
  • Retrasar intencionalmente o cometer errores al atender las solicitudes de otras personas.
  • Evitar a las personas cuando estás molesto.
  • Dejar de hablar con la gente cuando estás enojado con ellos.
  • Tener un comportamiento cínico, pesimista o grosero.
  • Utilizar el sarcasmo para evitar establecer conversaciones directas.
  • Quejarte frecuentemente de sentirse subestimado o engañado.
  • Dejar de hacer las cosas que comúnmente haces solo para castigar a los demás.

El comportamiento pasivo-agresivo puede dañar rápidamente las relaciones, así que si te identificas con algunos de estos signos o identificas a un ser querido, es importante que te informes y tomes cartas en el asunto.

Causas

Desde el trabajo hasta las relaciones de pareja se ven seriamente afectados por el comportamiento pasivo agresivo. Algunas causas que contribuyen a la prevalencia de la agresión pasiva son:

Crianza: El comportamiento pasivo-agresivo puede provenir de haber sido criado en un entorno donde la expresión directa de las emociones fue desalentada o no permitida. Las personas encuentran en este tipo de comportamiento una manera de canalizar su frustración y enojo porque en el fondo sienten que no pueden expresar literalmente lo que sienten.

Características situacionales: La situación también influye en el comportamiento pasivo-agresivo. En situaciones en la que las manifestaciones de agresión no son socialmente aceptables, como en una reunión empresarial o familiar, es posible que encubras el enojo bajo una buena dosis de sarcasmo, quejas, etc.

Tomar el camino fácil: Ser asertivo y emocionalmente abierto no siempre es fácil. Muchas veces defenderse puede ser aterrador, entonces la agresión pasiva puede parecer una forma más fácil de lidiar con tus emociones sin tener que confrontar la fuente de su enojo.

Cómo manejar el comportamiento pasivo-agresivo

Las siguientes sugerencias pueden ayudarte a controlar el comportamiento pasivo-agresivo en un miembro del grupo (familia, pareja, trabajo, etc.).

Identifica el comportamiento

El primer paso para abordar la agresión pasiva es reconocerla, utilizando los indicadores anteriores. Esta es a menudo la parte más desafiante, ya que puede ser sutil y, por lo tanto, difícil de identificar. Pero cuando identifiques este comportamiento, abórdalo de inmediato.

Es recomendable tomar notas de las situaciones a medida que ocurren, de modo que tengas ejemplos específicos de lo que detona la agresión pasiva y cómo se manifiesta.

Crea un ambiente seguro

Hazle saber a la persona que hay un ambiente seguro para que manifieste sus inquietudes y problemas de forma abierta.

Déjale claro que no eres un tirano y que puedes escucharlo sin que esto detone el conflicto de peor manera. A continuación, tus acciones deben respaldar estas palabras mostrando apoyo y aliento a la persona.

Usa el lenguaje con cuidado

Ten cuidado con el lenguaje que usas, por ejemplo, en lugar de decirle a una persona que siempre llega tarde, es mejor recordarle las ocasiones exactas en las que llegó tarde. Muchas veces tendemos a usar las palabras “siempre” o “nunca”, las cuales emiten un juicio totalitario que puede ser considerado como injusto por la otra persona.

Siempre debes ser directo con el lenguaje, pero al mismo tiempo debes evitar que las personas se sientan directamente atacadas para que no se pongan a la defensiva.

Mantén la calma

Si reaccionas emocionalmente puedes empeorar la situación. La otra persona puede sentirse amenazada, retraerse más y atrincherarse aún más en sus comportamientos negativos. Así que utiliza un tono mesurado y uniforme, y sobre todo mantén la compostura.

Utiliza un enfoque empático para lograr calmar la ansiedad y la ira que hay en el ambiente. No obstante, si se trata de un comportamiento repetitivo, puedes considerar ser más firme y ejercer una acción disciplinaria.

Identifica la causa

Si las personas pasivo-agresivas afirman que están “bien” cuando su comportamiento sugiere lo contrario, no te quedes con esa respuesta. Haz preguntas para identificar la raíz del problema. Dales la oportunidad de explicarse sin pasar la culpa a otros.

Proporciona información

Dale un tratamiento individualizado al pasivo-agresivo, conversa en privado. El espacio privado y seguro en el que se puede charlar acerca de los problemas de tú a tú, sin jerarquías, contribuye a que la persona se sienta más cómoda para expresar lo que realmente siente.

Establece normas y consecuencias claras

Muchas veces, aun cuando la persona se abre ante ti puede buscar culpables de su mal comportamiento, tratando de desviar la atención de sí misma. En ese caso debes establecer estándares de lo que sí es responsabilidad de la persona y manifestarle que su comportamiento negativo no será tolerado, exponiendo las consecuencias.

Sobre todo a nivel laboral es importante manejar estos estándares y normas de desempeño y comunicación laboral.

Abre canales de comunicación

Las personas pasivo-agresivas a menudo carecen de buenas habilidades de comunicación porque luchan por expresar sus emociones abiertamente. Así que para ellos puede ser más fácil escribir un mensaje, un email o enviar una nota de voz que tener una conversación cara a cara.

No te enfades por el hecho de que no trate los problemas cara a cara. En su lugar, mantén abiertos todos estos canales de comunicación a fin de que el conflicto pueda resolverse para beneficio de ambos. No crees un conflicto adicional.

Acerca de

Dia García

Licenciada en Letras mención Historia del Arte, escritora creativa e investigadora con buena experiencia en escritura web.